Mucho se ha comentado sobre la intensa fuga de capitales, cuando los inversores recogen su dinero y buscan otros destinos para esos fondos, sufrida por España en 2012. Un hecho trascendente para la salud financiera del país, reflejado en su balanza de pagos. En ella los saldos comercial, de servicios y de rentas integran la cuenta corriente; primer capítulo de la balanza y que nos dice lo que pasa en la economía real: la demanda interna, externa y los sectores productivos.
- El hecho: una fuerte salida neta de capitales acumulada hasta agosto de 2012 por un valor cercano a los 250 mil millones de Euros, 600 veces el dato para el mismo periodo del año pasado. Un proceso de fuga de capitales en toda regla por un montante equiparable a un tercio del PIB.
Conviene apuntar que la cuenta corriente para la economía española es históricamente deficitaria, esto implica que se gasta más de lo que se produce y, por tanto, se requiere financiación externa para sostener ese nivel de consumo e inversión. Sea con entradas de dinero reflejadas en la cuenta de capital o en la cuenta financiera, segundo y tercer capítulo en la balanza de pagos. El equilibrio entre las tres cuentas de la balanza de pagos se debe conseguir, aun a costa de las reservas de divisas del estado.
España país importador
Ese patrón histórico no es bueno en el sentido de que no contribuye a reducir la deuda externa del país, pero es necesario en el corto plazo para mantener la generación de riqueza usualmente expresada en el PIB. Una buena parte de las importaciones son debidas a compras para consumos del sistema productivo. Recordemos, España no es un país abundante en materia prima para uso industrial.
La reducción de la deuda externa es un reto estructural que no debe interferir, a mi juicio, en el ciclo renta-gasto y la creación de riqueza y empleo a corto plazo. Por ello el problema no es la dependencia que se tenga de la financiación exterior – en términos netos – sino el porque de esta repentina fuga de capitales.
Mejoran las exportaciones
Cabe decir que el saldo por cuenta corriente ha mejorado en los últimos ejercicios. Esto reduce las necesidades de financiación de la economía española. Lo cierto es que con países con una estructura industrial como la española suele existir una relación directa y positiva entre importaciones y situación económica.
Sin embargo, las exportaciones están contribuyendo de forma muy notable al crecimiento del PIB, siendo los montantes de ingresos por ventas de bienes y servicios – ahí tenemos al turismo – componentes en fase creciente. No en vano en la balanza de pagos de 2011 solo los ingresos por exportaciones de bienes han aumentado casi un 15%.
Una mejora que se está consolidando en lo que va del año 2012 y contribuyendo a reducir el déficit comercial de forma considerable.
[recomendación: Hay fuga de capitales? No exactamente]
La economía española está financiada por el exterior, por eso la fuga de capitales es un tema sensible. Esto también es lo que sucede con algunas economías desarrolladas, muchos de los países que son prestamistas netos – países emergentes – necesitan consumidores como los españoles para alimentar un sector productivo nacional basado en la exportación. Pero de ser algo normal no debiera dejar de preocupar.
* Portal del BdE sobre balanza de pagos. Nota de prensa (déficit comercial) avanzando datos para el presente ejercicio.
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