Desde el más humilde de los ahorradores, se tiene clara la importancia de aspectos como rentabilidad y riesgo a la hora valorar un activo financiero o de cualquier otro tipo. Según sus pretensiones, es fácil adecuar con un mínimo de asesoramiento aquellos productos financieros que mejor se adapten a sus necesidades personales. Sin embargo, existen otros atributos tan importantes como los citados. Son liquidez del activo y su fiscalidad.
En este artículo hacemos una introducción al concepto de la liquidez y como debe ser tenida en cuenta en la misma medida que se hace con el riesgo y la rentabilidad. Una variable fundamental, del conjunto de sus necesidades a este respecto, será el plazo en el que usted desea depositar sus ahorros.
- Se puede definir la liquidez del activo como la facilidad para cancelar la inversión y obtener a cambio el efectivo correspondiente. Por ello, esta acción se denomina liquidar un activo.
¿De que depende esa facilidad? Pues, en primer lugar, de que se pueda hacer o no con la mayor de las celeridades. En segundo lugar, del coste que su cancelación, venta o transmisión suponga. Estas cuestiones dependerán del mercado en cuestión y de su estructura y legalidad.
Bolsa y vivienda: ejemplos contrapuestos
Una vivienda representa una inversión con muy poca liquidez. Para su venta hay que estudiar el mercado, poner un anuncio y tomar las medidas oportunas para encontrar un comprador. Luego, habrá que cumplir con algunos trámites legales, por ejemplo: habrá que dar fe ante notario de la transmisión de la vivienda. Además, una vez terminadas todas las administraciones, será complicado recibir el pago de una sola vez y, si esto sucediese, a buen seguro que habría que asumir un descuento.
En cambio, una participación en el capital de una empresa que cotice en bolsa, una acción en bolsa, es un ejemplo de activo con bastante liquidez; además no hay que olvidar que puede rendir dividendos de forma periódica.
En general todos los activos que cotizan en bolsa – sean de renta variable o de renta fija – representan alternativas de inversión con una apreciable liquidez o facilidad de conversión en dinero. Esto se debe a que se opera en un mercado continuo y el inversor puede comprar y vender dando las órdenes oportunas y costeando únicamente las comisiones legal y contractualmente estipuladas.
En el caso de otros activos financieros, como las cuentas de ahorro o los famosos depósitos bancarios, usted debe informarse cumplidamente de los gastos y comisiones ocasionadas por la cancelación de los mismos.
Teoría sobre el grado de liquidez
En un extremo tendríamos, por tanto, cuentas corrientes y de ahorro, seguidas por depósitos bancarios; mientras que en el otro extremo tendríamos los activos físicos como una vivienda o la maquinaria industrial. En medio estarían los activos financieros cotizables.
Entender el concepto de liquidez del activo supone el primer paso para saber como invertir sus ahorros. A la inversa de lo que sucede con el riesgo, desear mayor liquidez implica estar dispuesto a obtener menor rentabilidad. La teoría es buena para preseleccionar diferentes alternativas, pero saber cual conviene en realidad es fruto de ir a la práctica y compararlas una a una conforme a las necesidades de cada cual.
Conclusión – Reflexiona sobre el plazo al que deseas invertir tu dinero, el cual debe estar ligado a un estudio previo de las diferentes alternativas. Recuerda que para rentabilidades similares, la liquidez de un activo puede variar sensiblemente. Entonces, si únicamente valoras la rentabilidad, cuando desees terminar la inversión podrías llevarte una buena sorpresa si no te has informado previamente sobre el coste que ello pueda comportar.
Carlos Rego
sostenibl3
positivo & normativo 